Qué tontos llegamos a ser a veces...y qué desesperados hemos de estar para llegar a serlo.
Ansíamos querer y ser queridos, no soportamos la idea de estar solos, de no tener alguien que nos acompañe en todo momento, aunque sea de forma ilusioria y no real.
¿Quién no ha pensado alguna vez en un perfecto desconocido como su futuro absoluto?
¿Quién se atreve a negar que jamás ha pensado "Qué pasaría si..."?
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